Hemos realizado un taller de secado de alas con ayuda de Alex, un joven estudiante de ciencias ambientales de la Universidad de Valencia y experto en el tema de aves rapaces que participa en el projecte Mussols. Alex nos dio previamente una charla orientativa para poder realizar la actividad.
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ANALIZAMOS EGAGRÓPILAS CON EL ALUMNADO DE 1º ESO
Uno de los objetivos prioritarios del Proyecto Mochuelva es hacer partícipe del mismo al mayor número posible de alumn@s y profesores/as del centro. En este sentido hemos realizado un taller de análisis de egagrópilas de lechuza común (Tyto alba) dirigido al alumnado de Ciencias de la Naturaleza, de 1º de la ESO.
El taller se ha realizado con los dos grupos de primero y sus respectivos profesores de Ciencias de la Naturaleza, en tres sesiones, y utilizando para ello el laboratorio de Física y química del instituto.
Los objetivos que nos planteamos desde el Proyecto Mochuelva, con el alumnado de primero, al proponer la realización de este taller fueron:
- Introducir al alumnado en el conocimiento del grupo de aves de las rapaces nocturnas; concretamente la lechuza común, a través del estudio de las egagrópilas que nos permitirán descubrir algunas de las presas que forman parte de su alimentación.
- Aprender a diferenciar de entre los micromamíferos hallados en las egagrópilas, a roedores e insectívoros
- Sensibilizar al alumnado sobre la importancia de la conservación de esta especie, tan próxima y desconocida a la vez, y gran aliada de nuestros agricultores; a través de la comprobación de la capacidad rodenticida de la lechuza común.
- Acercar al alumnado que ha comenzado su andadura en la educación secundaria a un proyecto que les acompañará en mayor o menor medida en su permanencia en el centro, y en el que tendrán su máxima implicación cuando estén en 3º, tanto en Biología y geología, como en la optativa de Laboratorio de biología.
El taller se ha desarrollado durante tres sesiones en las que el alumnado distribuido por parejas analizaba una egagrópila de lechuza común, extrayendo y clasificando cráneos, mandíbulas y otros huesos de micromamíferos, junto a otros restos y presas que forman parte de la dieta de esta rapaz nocturna.
La actividad ha tenido muy buena acogida y el alumnado ha mostrado gran interés en la realización de la misma.
Para complementar la actividad, al final de la misma se repartió entre los jóvenes un díptico sobre las acciones dirigidas a la conservación de la lechuza común en la comarca de l’Horta de Valencia que realiza la entidad conservacionista Societat Valenciana d’Ornitologia, a través del Projecte Mussols, y que os adjuntamos a continuación:
Por último, añadimos diferentes opiniones del alumnado participante:
Carmen Cortés y Lidia Sánchez:
«Durante tres días, Valentín y Josep con los alumnos de 1ºB, hemos realizado un análisis de egagrópilas.
Primero hicimos una ficha con los datos de la egagrópila y más tarde la metimos en agua para poder comenzar a extraer los huesos. Cuando sacábamos los huesos los poníamos en agua y después para que se blanqueasen los pusimos en agua oxigenada.
Después pusimos cartulina negra en la ficha donde los íbamos a clasificarlos para que, al ser los huesos blancos, se pudiesen observar.
Por último, cuando los huesos ya estaban blancos, los pegábamos en la cartulina ya clasificados, añadimos una muestra de pelo y ya estaba terminado.
Nosotras dos, nos lo hemos pasado muy bien en el taller, ya que a las dos nos ha parecido muy interesante».
Marcos Pérez y Raúl Navarro:
«Hace unas semanas tuvimos un taller que trataba sobre egagrópilas con Josep y Valentín.
Nos llevaron al laboratorio y una vez allí nos enseñaron a diseccionar las egagrópilas. Lo primero que hicimos fue llenar unos cuencos de agua para deshacer la egagrópila de Ribarroja, fue un poco asqueroso porque nuestra egagrópila tenía heces por encima. Marcos sacaba los huesos de un cuenco para luego limpiarlos en otro y a la vez meterlos en agua oxigenada, mientras que yo, Raúl deshacia la egagrópila y le comentaba a Marcos lo mal que olía. También Marcos hizo una hoja donde había que poner los datos de la egagrópila, más tarde yo sacaría los huesos del agua oxigenada y los ponía a secar, mientras que Marcos se puso a fregar los cuencos. En esos dias aprendimos muchas cosas y nos lo pasamos muy bien, porque era muy divertido y a la vez perdiamos clase. El último dia pegamos los huesos en la cartulina y yo me lo llevé, porque Marcos no queria por el olor que echaba».
Pilar Álvarez y Cristina Martínez:
«El miércoles, día 5 de febrero de 2014, jueves 6 y martes 11 vino Valentín a darnos un taller a los alumnos de 1º B de secundaria sobre las egagrópilas.
Una egagrópila es, lo que regurgitan las aves. En el 1er paso, cogimos las egagrópilas y las echamos a un cuenco con agua donde se le fue lo que pudo y el resto nosotros/as; cogimos los huesos y los echamos a otro cuenco con agua. Más tarde, los metimos en un pequeño vasito con agua oxigenada, y durante un día entero lo dejamos reposar.
Al día siguiente, preparamos la cartulina, recortando varias medidas de otra cartulina negra para que los huesos se vieran bien con esa blancura que ya tenían y que les daba el agua oxigenada.
Al día siguiente y ya el ultimo, fuimos para sacar los huesos del vasito, secarlos, colocarlos y clasificar los huesos y terminar ese fabuloso taller de egagrópilas.
Nuestra opinión es muy positiva, no pareció fabuloso porque aprendimos mucho nos lo pasamos bien, aprendimos sobre las aves…»
Laura Chiva:
«La egagrópila que me tocó a mi, estaba recogida en Requena. Lo primero que hice fue pesar la egagrópila; la mía pesaba 78g. Luego la eché a un recipiente lleno de agua, para poder deshacerla y sacar los huesos y echarlos a un líquido blanqueante. Al día siguiente, saqué los huesos del líquido blanqueante y separé los huesos porque estaban todos juntos, puse cola blanca en una cartulina negra y ahí los pegué todos pero separados por grupos.
A mí este taller me ha gustado mucho y además he aprendido cosas sobre las egagrópilas. Pero todo esto fue gracias a Valentín que fue él quien nos hizo el taller de las egagrópilas».
ACCIONES DEL PROYECTO MOCHUELVA PARA EL FOMENTO DEL AUTILLO EUROPEO (Otus scops)
Nerea Solaz García (3º ESO)
Los alumnos de 3º de ESO de Laboratorio de biología planearon unas salidas con el fin de revisar y preparar para la nueva temporada de cría las 6 cajas-nido colocadas el curso pasado, y colocar 4 nuevas cajas-nido para autillos.
La actividad se desarrolló entre la mañana del 3 de febrero, en la que revisamos tres cajas-nido colocadas durante el mes de febrero del año pasado; la tarde del 19 de febrero, con la colocación de cuatro cajas-nido construidas en junio de 2013, en unas jornadas de intercambio de experiencias educativas celebrada en Villar del Arzobispo, con la colaboración del CEFIRE (Centro de formación del profesorado) y la revisión de una del curso pasado; y el 26 de febrero por la mañana, en la que se revisaron las últimas dos cajas-nido pendientes del curso pasado.
Vemos conveniente realizar la actividad puesto que el autillo europeo (Otus scops) es un ave rapaz nocturna, básicamente insectívora, de la Península Ibérica; y si entre todos no ayudamos y colaboramos en la conservación de rapaces nocturnas propias del territorio terminarán extinguiéndose.
Los principales problemas de esta ave en concreto son: problemas de conservación del hábitat y el empleo de plaguicidas, desaparición de sotos fluviales, así como la transformación del paisaje tradicional por regadíos, cultivos forestales y urbanizaciones.
Esta actividad tuvo lugar en: la ribera del río a su paso por Chelva, huertos próximos al pueblo, el paraje de la Fuente de la Gitana y el Barranco de Cojanta. En el hábitat de estas tres partes del pueblo predominan sotos fluviales, arboledas próximas a los huertos, intercaladas con espacios abiertos para cazar, con algún parque o jardín, es decir, es un hábitat idóneo para esta rapaz nocturna.
La actividad constó de dos tareas diferentes:
- Revisión y tareas de mantenimiento de las cajas-nido colocadas el curso pasado, dejándolas a punto para la temporada de cría. Ninguna de las 6 cajas-nido revisadas ha sido ocupada por autillos; en cambio, 2 de ellas han tenido ocupación por parte de aves insectívoras y mamíferos, probablemente, lirón careto. Los resultados concretos de la revisión han sido los siguientes:
NIDAL |
LUGAR |
ÁRBOL |
OCUPACIÓN |
1-13 |
Campos de cultivo |
algarrobo |
Nido de Insectívoras, probablemente Páridos |
2-13 |
Campos de cultivo |
álamo |
Nido de insectívoras, probablemente Páridos; y utilización posterior por mamífero, seguramente lirón careto |
3-13 |
Ribera del río |
chopo |
NO |
4-13 |
Barranco |
almez |
NO |
5-13 |
Área recreativa |
Plátano de sombra |
NO |
6-13 |
Ribera del río |
chopo |
NO |
- Colocación de nuevas cajas-nido: Colgamos 4 cajas-nido, todas ellas en chopos de un bosque de ribera del río a su paso por Chelva, próximo al casco urbano del municipio.
El proceso de colocación de las cajas nido se realiza puesto que esta especie no construye nidos, sino que utiliza agujeros de árboles viejos y éstos son poco abundantes. La tarea se compone de los siguientes pasos:
- Elegimos el hábitat idóneo para colocar las cajas-nido, preferiblemente con árboles característicos del terreno como chopo, álamo, algarrobo, plátano de sombra o almez.
- Colocamos un poco de serrín dentro de las cajas-nido, puesto que el autillo no aporta ningún material para crear su nido, y así evitamos que los huevos puedan rodar y romperse.
- Clavamos en la corteza del árbol el soporte con dos alcayatas, con ayuda de la escalera, a unos 4 metros de altura; de este modo colocamos la caja en una zona lo suficientemente alta para que no tenga un fácil acceso, para que ninguna persona la pueda quitar, romper…, pero que si lo deseamos más tarde se pueda descolgar dicha caja-nido, para poder controlar la reproducción de la especie.
- Colgamos la caja-nido y la georreferenciamos ayudándonos del GPS; lo que nos permitirá tener controladas las 10 cajas-nido que tiene actualmente el Proyecto Mochuelva para el fomento del autillo europeo.
Durante la segunda quincena del mes de mayo o principios de junio realizaremos una visita de control para constatar o no la ocupación de las cajas-nido por autillo u otras especies. De ello daremos cuenta en una nueva entrada de este blog.
La opinión de algunos de mis compañeros sobre la actividad es que fue una excursión divertida, puesto que nosotros mismos colocamos las cajas-nido en los árboles, etc. En mi opinión es una actividad que nos conciencia de algún modo a los jóvenes con el medio ambiente y los animales, en este caso las aves, porque si cada uno aporta un poco, podemos conseguir vivir en un mundo mejor.
Por último, os invitamos a visitar, en este mismo blog, dentro de la sección «Las rapaces nocturnas de La Serranía», la ficha del autillo europeo, donde podéis encontrar fantásticas imágenes de esta bella rapaz nocturna e información sobre su biología y comportamiento.
FIESTA FINAL EN EL HACKING
Una vez acabada la sesión de toma de datos final antes de la suelta, nos fuimos a merendar. A continuación podéis ver varias instantáneas de la fiesta.
Rosa, profesora de la asignatura y coordinadora del Proyecto Mochuelva preparó para la ocasión un fantástico bizcocho de chocolate casero personalizado con el logo del proyecto, que acompañamos con limón granizado.
Ha sido la culminación de un curso lleno de actividades, de mucho trabajo, de compromiso e implicación que se han visto plasmados en un proyecto que continuará el curso que viene, con renovadas ilusiones, y del que nos sentimos muy orgullosos y bastante satisfechos. Es el momento de agradecer la participación del alumnado, especialmente los nueve componentes directos del proyecto y sus familias que nunca pusieron trabas a la participación de sus hijos en actividades fuera del horario lectivo: Janire, Esther, Noelia, Éric, Miguel, Laura, Yelena, Yolanda e Irene. También la colaboración del equipo directivo del centro, directamente echándonos una mano a la hora de alimentar a los mochuelos algún fin de semana, como sobre todo entendiéndonos y facilitándonos enormemente nuestro trabajo y nuestras continuas y a veces descabelladas peticiones. También queremos agradecer a la Conselleria de Infraestructuras, territorio y medio ambiente por su receptividad a nuestras solicitudes de participación, tanto en la suelta de rapaces como en la visita al CRF de la Granja del Saler.
Agradecemos especialmente la colaboración y atención que han tenido para con nosotros los miembros del Projecte Mussols, de la Societat Valenciana d’Ornitologia (SVO), Toni Polo, Marta, Mª Jesús, Alex, Valentín, y especialmente a Toni Pérez, siempre dispuesto a echar una mano en lo que fuese y al que hemos «bombardeado» a consultas, y a Manu, «nuestro responsable de relaciones internacionales» que ha sido un apoyo constante desde la Universidad de Viena, siempre aportando ideas y más, ideando el nombre del proyecto y proporcionándonos el inicio de lo que seguro llegarán a ser unas impresionantes unidades didácticas sobre el mochuelo europeo.
Con todos ellos esperamos seguir colaborando activamente el próximo curso.
Y finalmente, agradecer a los visitantes de nuestro blog, somos los primeros sorprendidos en el número y amplia procedencia de los visitantes del mismo. Muchas gracias a todos y seguid visitándonos.
Hace menos de un mes presentamos el Proyecto Mochuelva en unas jornadas de intercambio de experiencias docentes, para las que realizamos un powerpoint que finalizamos con una frase que podría ser un buen final también para el proyecto por este curso. Hasta la vista, en septiembre volveremos.
«Casi todo lo que realice será insignificante,
pero es muy importante que lo haga».Mahatma Gandhi
ÚLTIMO CONTROL ANTES DE LA SUELTA
El 9 de julio por la tarde convocamos en el instituto a todo el grupo responsable de la gestión del hacking para la realización de la última toma de datos previa a la suelta de los mochuelos que hemos estado «criando» desde el 30 de mayo.
Para ello, contamos como siempre con la ayuda de los compañeros/as del Projecte Mussols, de la SVO. Como el día de la introducción de los pollos al hacking montamos el «aula» en la terraza donde se encuentra ubicado el jaulón, pero tuvimos que retirarnos apresuradamente al laboratorio al poco de comenzar las biometrías por una repentina e inoportuna tormenta estival; de repente, el cielo se oscureció rápidamente y comenzó a llover.
Bueno, previamente lo que hicimos fue tapar la entrada del cajón que está dentro del jaulón, donde se refugian y capturamos a los jóvenes mochuelos para meterlos en una caja de cartón. De esta manera, el manejo de los polluelos resultaba más fácil y mejor para ellos. A partir de ahí, y ya en el interior del laboratorio, uno a uno, a todos los mochuelos se les realizaron las biometrías correspondientes (medición del tarso, ala, 3ª primaria, peso,…).
Los datos de esta ficha de registro, que podéis ver a continuación, los compararemos con los obtenidos el día de introducción de los pollos, y podremos obtener datos interesantes sobre crecimiento de los pollos entre otros; pero eso ya será cuestión del curso que viene.
Ha sido bastante gratificante comprobar el cambio de lo que inicialmente eran unos polluelos con pocos días de vida a unos jóvenes mochuelos preparados para ser liberados e integrados al medio natural con el cual han estado «familiarizándose» durante 45 días, y que os presentamos a continuación en una serie de fotografías comparativas entre el día en que nos hicimos cargo de los pollos y días antes de la suelta de los mismos.
Los mochuelos han formado parte de nuestras vidas durante 45 días. Han sido días intensos, de alimentación diaria, preparación de raciones, limpieza de restos,…; de una gran responsabiliad y compromiso, y que para ser nuestra primera experiencia en la gestión de un hacking, creemos que no ha estado mal. Hemos extraído algunas conclusiones en lo referente a la gestión del hacking y la infraestructura creada para ello que se traducirán en una serie de mejoras que estamos seguros repercutirán positivamente en el bienestar de los mochuelos que nos confíen el curso que viene.
Os presentamos una selección de los últimos videos grabados con la cámara de fototrampeo que muestran diferentes momentos estos últimos días previos a la suelta. Podéis ver en el primer video como uno de los mochuelos coge uno de los ratones que en la parte final del hacking aportábamos enteros y en el exterior del cajón de cría, y se lo lleva para comérselo en la seguridad que ofrece el interior del mismo. En el segundo video, también se muestra un momento en la alimentación de los mochuelos, pero grabada de noche; también podréis escuchar las voces de los jóvenes mochuelos. Y por último, tenéis otro video que os mostramos porque es el único en el que podemos ver a los séis mochuelos juntos ante la cámara.
La suelta no se realizó este día porque decidimos que pasaran tres días tranquilos en el jaulón después de la manipulación sufrida en la toma de datos final. Finalmente abrimos la puerta del jaulón y dejamos que los mochuelos se fueran cuando quisieran; cuando volvimos el lunes ya se habían ido todos. Es decir, nos hicimos cargo de los mochuelos el 30 de mayo y fueron liberados el 13 de julio.
Suerte a los séis, y esperemos volver a verlos una de estas largas tardes de verano, al finalizar el día, recortada su rechoncha figura sobre un mojón de piedras en la linde de uno de los abundantes campos de olivos de Chelva, esperando pacientemente a que un escarabajo, una langosta, o incluso un ratoncillo o una musaraña se encuentren a su alcance para dar buena cuenta de ellos.